Como una de las grandes responsables del consumo total de energía, la industria 4.0 tiene como gran reto la eficiencia energética, así como la sostenibilidad en todos y cada uno de sus procesos. Se establece como nuevo parámetro de competitividad que las empresas inviertan parte de sus esfuerzos en el cuidado y respeto por el medio ambiente.

 La transición hacia un modelo más eficiente

El avance de las nuevas tecnologías y la digitalización de las industrias hace también necesario la implantación de un nuevo modelo energético mucho más eficiente que el anterior. Esto es debido a que, al fin y al cabo, dependemos de nuestro entorno para sobrevivir y la industria 4.0 es consciente de ello.

Para lograr este salto las industrias han de concienciarse mucho más por la reducción de su consumo de energía. Los procesos han de simplificarse. Así, la innovación dará paso a un trabajo en el que el uso de los recursos, así como el gasto energético se vean reducidos. Se concluye así que a fin de llegar a este nuevo modelo de industria 4.0 más sostenible se necesita:

  • Mejorar las instalaciones.
  • Cambiar la maquinaria obsoleta y mucho más contaminante por aquella más moderna, inteligente e innovadora cuyas emisiones de residuos son, además, bastante menores.
  • El uso óptimo de la información para la optimización de todos los procesos industriales.
  • Una preparación y formación especializada para los trabajadores.

La inversión económica en la industria 4.0

Este es uno de los aspectos que más preocupan a los responsables de las miles de empresas del sector industria presentes en nuestro país. Convertirse en compañías mucho más sostenibles y eficientes energéticamente hablando supone una gran cantidad de dinero.

Por este motivo, los gobiernos están promoviendo las ayudas para la mejora dentro de un sector que no deja de ser una amenaza para el medio ambiente. Tal es así, que en 2015 el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) puso en marcha un programa de ayudas orientadas a la mejora de la eficiencia energética dentro de la industria 4.0.

Estamos ante un cambio necesario que nos involucra a todos. Lo más importante es entender que este esfuerzo no es en vano. Hacer de nuestra industria un sector mucho más eficiente a nivel energético también es convertirlo en un elemento más competitivo y diferenciador de cara a la economía de nuestro país.

Las oportunidades de la cuarta revolución industrial

Más que fijarnos en los posibles riesgos de esta transformación tecnológica, la industria 4.0 se centra en las nuevas oportunidades de negocio que harán resurgir nuestro modelo industrial. Las fábricas, gracias a la mejora de su eficiencia energética y sostenibilidad, se convertirán en empresas mucho más fuertes y competitivas dentro de unos mercados en los que no habrá cabida para aquellos que se queden atrás.

El Internet de las cosas, el Big Data, la innovación en maquinaria inteligente y la gestión de la información en la nube son algunos de los procesos necesarios para lograr un menor impacto de la industria sobre nuestro entorno.