Gran rechazo por parte de la sociedad hacia las nuevas tecnologías avanzadas proviene de los problemas éticos derivados de ellas. Se ha demostrado que las máquinas son capaces de pensar, pero ¿tienen la capacidad de decidir como una persona humana? La inteligencia artificial y ética se ha convertido en todo un debate en pleno auge.

¿Por qué inteligencia artificial y ética debería ir de la mano?

El objetivo de la inteligencia artificial es que las máquinas posean una inteligencia muy similar a la de las personas. Un reto científico muy ambicioso que se ha encontrado con la barrera de la ética. Dotar de sentido común a las máquinas es el siguiente paso dentro de esta cuarta revolución industrial.

¿Se puede proteger a las personas de la inteligencia artificial? Es decir, ¿podemos evitar que la IA cause daños a las personas por falta de moralidad? Este es el siguiente reto tecnológico en el cual ya se está estudiando. Diseñar máquinas inteligentes que mejoren la calidad de vida de las personas sin llegar a amenazarla.

Los humanos podemos distinguir entre lo bueno y lo malo ¿podrán hacerlo algún día las máquinas para tomar decisiones éticas y moralmente aceptadas?

Cómo se puede aplicar la ética sobre la inteligencia artificial

Inteligencia artificial y ética son dos conceptos que se están empezando a desarrollar de forma paralela. Este problema moral no es algo típico de nuestro siglo XXI. Ya fue en los años 40 cuando se formularon las primeras leyes de la robótica de Isaac Asimov.  Preocupaciones surgidas en torno a la necesidad de proteger a las personas frente a los robots.

La sofisticación en el desarrollo de la AI promueve nuevas medidas. Un marco ético nacido al tiempo que se produce el avance de la inteligencia artificial y que promueva la conversión de datos en decisiones justas.

De esta manera, ha nacido el primer módulo de inteligencia emocional con matices éticos. Su nombre es Ethika y ha sido desarrollado siguiendo los patrones de las redes neuronales aplicadas a la tecnología.

El dilema del bien y el mal

Usted conduce un autobús lleno de pasajeros y se le plantea el dilema de evitar un accidente matando a una persona y evitando la muerte del resto ¿qué haría? Los errores informáticos podrían llevar a situaciones de este tipo.

La ética y la IA deben evitar la corrupción de la informática y la tecnología a fin de evitar males mayores. Por esta razón, ya se están dando los primeros pasos en cuanto al entrenamiento moral de máquinas se refiere. Especialmente, en sectores delicados como el del transporte, la medicina, la justicia y la educación.

Los beneficios de la IA para el ser humano son innegables. Sin embargo, aún se necesitan muchos estudios que sirvan para unir inteligencia artificial y ética. Solo de esta manera podremos disfrutas de aparatos inteligentes que no pongan en riesgo nuestra integridad. Se nos presenta por delante un futuro cada vez más rodeado por nuevas tecnologías ahora el reto es hacer la máquinas entes moralmente capacitadas.