Aunque cada vez esté cobrando más importancia, y vaya sonando más en ambientes ajenos a los tecnológicos, la Industria 4.0 está todavía dando sus primeros pasos. Pero los da cada vez más rápido. No solo gracias a factores internos de los propios sectores en los que las tecnologías que la impulsan se están implantando. También a otros externos, pero que están bastante relacionados con el mundo de la industria.

Hay varios factores externos que han conducido a la aceleración en la implantación de las tecnologías que la dan forma. Entre ellas están el Internet de las Cosas industrial, el Big Data, la simulación, o la robótica. Principalmente, son tres: el aumento exponencial de la cantidad de datos a tratar y analizar, la necesidad de conectividad a gran escala y las necesidades y gustos de los clientes.

El gran aumento de datos, motor de la Industria 4.0

Las empresas cada vez producen más datos. Por lo tanto, tienen que dedicar cada vez más esfuerzo a su procesado y análisis. Esto es, a su vez, producto y consecuencia de los avances de la adopción de las tecnologías de la Industria 4.0. Por un lado, el aumento de datos disponibles hace que las empresas tengan que avanzar en su adopción. Por otro, esta nueva tecnología hace que tengan cada vez más información disponible. También que las empresas tengan que revisar periódicamente sus sistemas.

Tan grande es el aumento de datos que ha dado lugar a un nuevo término, Big Data. Este término hace referencia también a todo lo necesario para el procesado y análisis de la información. Pero también a su almacenamiento. Las empresas tienen cada vez más necesidad de espacio para guardar los datos que producen y recopilan. Para ello tienen en cuenta sus costes, pero también sus necesidades de consumo. O la energía que gastan. Por eso se inclinan cada vez más por el cloud computing. Es decir, por el almacenamiento de estos datos, e incluso su procesado, en la nube.

Además, dado que el análisis y tratamiento de estos datos es cada vez más complejo, las empresas están inclinándose por sistemas de analítica avanzada. También por máquinas capaces de configurarse automáticamente y de analizar por sí solas si hay algún problema en el sistema. También de identificarlo.  De esta manera, las empresas pueden aumentar sus niveles de productividad y calidad.

Conexión con cualquier parte del mundo

La globalización ha desembocado, entre otras cosas, en que haya cada vez más cadenas de suministro internacionales. Esto implica la aparición de nuevos problemas para su gestión. Sobre todo por la distancia y la diferencia de horas entre sus distintos puntos. La solución a todos estos problemas viene de la mano de la Industria 4.0, que para acabar con ellos propone la creación de una especie de fábrica global virtual.

Este concepto no hace referencia mas que a una red de empresas de distintas regiones que pueden solucionar los problemas de conectividad entre las empresas. Y también, por qué no, facilitar las relaciones entre el cliente y el proveedor en las distintas fases de la cadena. Esto es posible gracias a tecnologías como RDA (Remote Database Access, que significa Acceso remoto a bases de datos) o RFID (Radio Frequency Identification, que significa Identificación por radio frecuencia). Con ellas se puede facilitar la recopilación de información, así como la distribución de productos y, por qué no, también de datos.

El cliente y sus necesidades

El cliente final tiene unas necesidades que van evolucionando y cambiando con el tiempo. En los últimos años, gracias a la popularización y adopción de nuevas tecnologías, los consumidores quieren cada vez productos más personalizados. Y también los quieren cada vez más rápido. Esto ha llevado a que la industria tenga que cambiar a marchas forzadas y adaptarse a ellos. Por ejemplo, mediante tecnologías como la impresión 3D. Con ella se ha conseguido que se puedan crear objetos a partir de diseños o, simplemente, de ideas.

Esto está escalando de tal manera que muchas empresas están adoptando elementos de esta tecnología. Como consecuencia, a pesar de producir en masa, cada vez más empresas pueden hacerlo de manera más personalizada. Si utilizan un sistema digital adecuado pueden diseñar y crear varias versiones de productos sin gran esfuerzo. Eso sí, para eso tienen que incorporar al consumidor a sus procesos de decisión de alguna manera.

Combinando las aportaciones de los consumidores y empleados con el análisis de los datos de que dispongan, las empresas pueden mejorar. Sólo poniendo en marcha de un ecosistema en el que las decisiones humanas se optimizan con análisis de información.