La Industria 4.0, que engloba numerosas tendencias tecnológicas centradas sobre todo en los datos y la automatización en los procesos de fabricación, está generando muchas oportunidades para las empresas de cara a la digitalización de sus sistemas. Todo esto las está llevando a una serie de mejoras en la producción.

Así, en muchas compañías y fábricas en las que la transformación digital no ha hecho mella hasta hace poco, la llegada de la Industria 4.0 está causando una serie de mejoras de todo tipo. No sólo en la producción en sí. Está ocasionando desde una reducción de residuos hasta una optimización de los procesos de fabricación. Esto ha permitido incluso reducir los precios de sus productos.

Mejor planificación y control

A esto último también está contribuyendo que las innovaciones de la Industria 4.0 están incidiendo en una mejora de la planificación de procesos. También del control del inventario. Y además, ayuda a la hora de tomar decisiones. Como resultado, todos los aspectos del negocio quedan relacionados de una manera más estrecha.

Gracia a esta mejora en la toma de decisiones, y con la optimización que la Industria 4.0 aporta a la producción, se pueden acelerar diversos procesos. Así, se puede activar el mantenimiento predictivo, una mejor planificación de la producción, un control de calidad más exhaustivo, etc. Todo esto incidirá en una transformación de las fábricas bastante notable.

Mucho más que automatización

La automatización de procesos no es algo nuevo para muchas empresas. Pero con la Industria 4.0 se está haciendo más patente y extendida. Hace años que se recopilaban datos en las fábricas sobre los procesos de producción. Pero hasta no hace mucho, pocos eran los que sabían qué hacer con ellos o cómo procesarlos. La proliferación de nuevos sistemas y funciones de analítica ha hecho que puedan conseguir procesar esta información, y mejorar procesos en base a ella.

Por ejemplo, ahora pueden analizar las existencias que tienen de un determinado producto y de cuánto llevará fabricar más. Estos datos combinados con la información de sus clientes sobre las existencias de un producto hace que puedan ajustar la producción. Así se puede adaptar a la demanda casi al milímetro. De ahí que se generen menos residuos, porque la fabricación puede adecuarse a las necesidades. Sobre todo, en el caso de los productos perecederos.

La optimización del reparto y la compra de suministros

Contar con más información sobre distintos aspectos de la relación con sus clientes también ha propiciado que, en colaboración con las nuevas tecnologías, el reparto de mercancías pueda mejorar. También se puede adaptar la compra de suministros para la producción a las necesidades que haya en cada momento.

Por ejemplo, en caso de que suba puntualmente y de manera súbita la demanda de un determinado producto, los clientes se lo pueden comunicar a las fábricas con rapidez. A su vez, estas pueden activar los sistemas de compra de suministros. Y estar conectadas y preparadas para que, cuando la demanda haya quedado satisfecha, tanto la producción como la demanda de suministros se reduzca.