La expresión Cloud computing hace tiempo que dejó de ser algo desconocido en el mundo de la empresa. Ya no solo se habla de computación en la nube en las empresas relacionadas con la tecnología, o en conversaciones de expertos en internet. Su conocimiento y adopción se están extendiendo a todos los sectores del mundo empresarial. También a la industria que, aunque algo más despacio que otras áreas, está comenzando a migrar su infraestructura de almacenamiento a la nube.

Las ventajas que ofrece el Cloud computing para la industria son muy numerosas. Los costes de la puesta en marcha de un sistema de computación en la nube para una empresa o fábrica son muchísimo menores que los de la implementación y mantenimiento de servidores físicos con licencias de software. Se calcula que el ahorro en este aspecto puede superar el 50%. Además, solo se paga por lo que usa, y en cualquier momento se puede aumentar o reducir espacio. Y una vez contratado el espacio o el servicio, se pueden comenzar a utilizar en ese mismo momento. Sin esperas.

También se pueden contratar servicios o espacio en la nube a cualquier hora del día y de la noche. El acceso a la información es inmediato, y puede hacerse desde cualquier parte. Solo se necesita una conexión a Internet. La migración del sistema de almacenamiento de datos y de gestión de cualquier fábrica parece, pues, una buena idea. No obstante, por su importancia y envergadura, no puede realizarse sin dar antes una serie de pasos. Los principales son los siguientes: contar con expertos para hacerlo, estudiar posibilidades y planificar cuidadosamente los plazos para su ejecución.

Qué hay que tener en cuenta para implantar una estrategia de Cloud computing en la industria

Lo primero que hay que hacer para desarrollar el plan que culminará con la migración de la infraestructura de la compañía a la nube es planificarla cuidadosamente. Para ello, si no se cuenta con personal experto en Cloud computing en plantilla, lo mejor es acudir a expertos externos que puedan aconsejar sobre el camino a seguir. También nos asesoraremos sobre el proveedor de Cloud computing más adecuado para las necesidades particulares de la compañía. Preguntaremos, también, si es conveniente migrar toda la infraestructura de la empresa o solo una parte.

Acto seguido hay que valorar el tipo de servicio en la nube que se necesita. Hay tres ofertas distintas: Infrastructure as a service (IaaS), Platform as a service (PaaS) y Software as a service (SaaS). Los expertos en Cloud computing encargados de la migración aconsejarán a la empresa la que necesita. También tendrás que elegir el proveedor más adecuado. Los proveedores principales de servicios de nube pública son tres: Google (Google Cloud), Amazon (AWS) y Microsoft (Azure).

En caso de que lo que necesites sea contratar Software como servicios (SaaS), el número de proveedores que puedes contratar se dispara. Además de los mencionados, también hay otros como Salesforce, centrados en el software de empresa, o Parallels, en la virtualización. El abanico de los que puedes contratar es inmenso, así que busca los que respondan a las necesidades de tu industria.

Planificar cuidadosamente la estrategia de migración, la clave

Con todo decidido, es el momento de planificar la estrategia. Es conveniente que la diseñes para dos proveedores distintos, ya que el elegido en primer lugar puede no convencerte en el momento en que decidas hacer el cambio. Así ahorrarás tiempo. En ambos casos hay que marcarse unos objetivos, y plantear un calendario para ejecutar la migración. También hay que decidir si se va a hacer la migración de una sola vez o es preferible hacerlo de manera gradual.

No hay que olvidarse de aprender al detalle cómo funcionará todo una vez efectuada la migración a la nube. Puede que sea necesario que determinados empleados cuenten con nuevas habilidades para poder gestionar los procesos, datos y servicios nuevos. Por lo tanto, tendrás que establecer quiénes deben contar con ellas, saber si ya las tienen o formarles para que las adquieran.

Cuando la planificación esté ya diseñada y aprobada, hay que elegir a una o varias personas para que se encarguen de la migración. Habitualmente, en caso de que exista dicho puesto en la empresa, será el jefe de sistemas. Si no, se puede contratar una empresa encargada de llevar a cabo todo el proceso. Desde la planificación de la migración hasta su desarrollo. En muchos casos, el proveedor de Cloud computing puede asesorar sobre la migración mediante su departamento de atención al cliente. E, independientemente de quién se encargue de la migración, debe haber siempre alguien encargado de supervisarla. Con estos pasos en mente, la implantación de la estrategia de Cloud computing en una fábrica o una empresa no ocasionará mayores problemas.