Desde ropa a discos duros de ordenador, la nanotecnología juega un papel importante en la fabricación de numerosos productos que utilizamos en nuestra vida cotidiana.

Imagine que va de vacaciones. Después de bajar del avión y registrarse en su hotel, se viste con su camisa antiarrugas que no tiene que planchar. Cogiendo sus gafas de sol resistentes a  arañazos, su protector solar y su teléfono inteligente, se dirige a la piscina del hotel. Allí, mientras escucha música en su reproductor de MP3, se prepara para sumergirse en las refrescantes aguas.

Mientras está tomando el sol, la nanotecnología debería ser lo último que pasase por su mente. Sin embargo,  se ha beneficiado de ella durante todo el viaje. Desde las partículas reductoras de turbulencias que cubren la superficie del avión hasta la forma en que se limpió la piscina de su hotel, la nanotecnología estuvo involucrada. Proporcionó a su protector solar la capacidad de reflejar la radiación ultravioleta, hizo que su camisa pareciera recién planchada y protegió sus gafas de sol contra arañazos. Del mismo modo, también estuvo presente en sus gadgets.

A pesar de que las personas no somos muy conscientes de la nanotecnología que empleamos, ésta se ha convertido en una parte indispensable de nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, componentes de tamaño nanométrico se utilizan incluso en reproductores de DVD y CD.

También existen materiales de nanoescala en el aire, partículas ultrafinas que se originan de la contaminación del tráfico y algunas otras fuentes. Cuando los inhala, pueden depositarse en sus pulmones e incluso causar asma y enfermedades pulmonares.

 

El origen natural de la nanotecnología

Cabe señalar que no todos los materiales nanotecnológicos son un logro humano. Las células son estructuras naturales a nanoescala en las que se producen numerosas reacciones biológicas a nivel molecular. El Kevlar, por ejemplo, tiene muchos usos, desde chalecos antibala hasta sartenes. Su estructura molecular se inspiró en una estructura similar hecha de seda, una nanotecnología cuyo origen está en la naturaleza.

El uso de las capacidades de la naturaleza con respecto a la nanotecnología se está convirtiendo en un gran negocio. Los científicos han comenzado investigaciones sobre las estructuras a nanoescala utilizadas por reptiles y mejillones para crear adhesivos que se puedan unir tanto a superficies secas como húmedas.

Por otro lado, se utilizaron nanoestructuras casi totalmente transparentes, que se encontraban en las alas de los insectos de las cigarras, para mejorar los materiales no reflectantes. Imitar la disposición de las moléculas del escarabajo cyphochilus conduciría a crear un substituto de pigmentos potencialmente tóxicos que se utilizan para crear la pintura y el papel blancos.

Las nanoestructuras que cubren la superficie de las hojas de loto son capaces de repeler el agua y la suciedad. Este efecto se puede utilizar para crear ventanas que no requieran de limpieza. Escarabajos en el desierto de Namibia utilizan nanoestructuras que les permiten capturar algo de humedad de la niebla de la mañana. Tales estructuras podrían utilizarse en los edificios para atrapar humedad y usarse en el interior. Sin duda alguna, no existen límites a los productos nanotecnológicos que pueden crearse a partir de la naturaleza.

Ya sea que esté en la oficina, en casa o de vacaciones, no puede escapar del hecho que la nanotecnología es responsable de manipular las cosas más pequeñas que nos rodean. Aunque muchas nanotecnologías que estamos utilizando en el día a día han sido inspiradas por la naturaleza, todavía resta muchísimo potencial sin explotar. Probablemente algún día, podremos llegar a aprovechar todas las habilidades nanotecnológicas que la naturaleza, en su infinita sabiduría, lleva empleando desde siempre.