Los avances en robótica e inteligencia artificial van a revolucionar las fábricas del futuro de maneras inimaginables hasta ahora. Sobre todo, la cadena de montaje. La llegada de la tecnología a las fábricas a gran escala va a dar un vuelco a los sistemas de producción que conocemos en la actualidad. Nada más lejos de la realidad. Su producción controlada y gestionada por ordenador, sus cadenas de montaje con un elevado grado de automatización…

Hasta ahora son relativamente pocas las empresas que se han atrevido a incorporar lo último en tecnología a su producción. Ha costado introducir robots en sus cadenas de montaje, la base que va a revolucionarlas de verdad. Pero esta tendencia avanza a buen paso. Hay sectores que adoptan masivamente la robótica para fabricar sus productos. Uno de los más receptivos a la introducción de robots en sus cadenas es el del automóvil. Tanto, que ya es casi habitual ver robots de gran tamaño ensamblando automáticamente las piezas de los coches en las fábricas de marcas japonesas, alemanas, estadounidenses, surcoreanas, etc.

Paralelamente a la adopción de robots en la cadena de montaje, se ven cada vez menos trabajadores humanos. Eso sí, los que hay están mucho más cualificados que los que trabajaban hace diez o veinte años en cadenas de este tipo. Por lo general, no se encargan de tareas relacionadas con el montaje de productos. Su función es vigilar el funcionamiento de los robots y actuar si alguno tiene algún problema.

Cadena de montaje con robots: ¿todo beneficios?

La introducción de robots en las cadenas de montaje de las fábricas conlleva numerosos beneficios. Por un lado, los robots se equivocan menos. Por otro, son más productivos que los humanos: no se cansan y pueden trabajar todas las horas que sean necesarias. En un primer momento, es necesario hacer un fuerte desembolso económico para adquirirlos y ponerlos en funcionamiento. Pero esta medida desemboca, no a muy largo plazo, en una notable reducción de costes.

Estos son los principales motivos que están llevando a empresas de todos los sectores a utilizar robots en sus cadenas de montaje. Por ejemplo, la fábrica de la compañía Changying Precision Technology, dedicada a la fabricación de teléfonos móviles. El año pasado sustituyó a la gran mayoría de sus empleados por robots. De los 650 trabajadores que tenía, solo quedan en ella 60 para controlar la maquinaria.

Desde entonces, la productividad de la fábrica se ha elevado en un 250 por ciento. En cada una de sus diez cadenas de montaje trabajan únicamente tres humanos. Los restantes, se ocupan del control y la gestión del sistema informático central. En la actualidad, la compañía tiene un total de 60 brazos robóticos en funcionamiento repartidos por sus cadenas. Cada uno de ellos puede sustituir entre seis y ocho empleados.

Desde que se tomó esta medida, el número de piezas que la fábrica es capaz de producir al mes, ha subido de 8.000 a 21.000 unidades. Según sus responsables, los defectos de fabricación de sus piezas han disminuido en un 20 por ciento. Sin duda, motivos de peso para plantearse las ventajas que los robots pueden aportar en una cadena de montaje.