Para muchas marcas, la venta directa a los consumidores permite la hiper-personalización y la oportunidad de renovarse para involucrar a potenciales clientes que puedan tornarse habituales. Esta clase de empresas son capaces de tomar decisiones más inteligentes sobre sus esfuerzos, ya que reciben comentarios instantáneos de los clientes. Sin embargo, muchas de estas empresas que sirven directamente al consumidor utilizan el outsourcing, es decir, subcontratan procesos a empresas extranjeras. ¿Es la posibilidad de una reducción en los gastos indirectos, menor coste de mano de obra y reducción de impuestos realmente una opción más rentable a largo plazo? En un momento u otro, todos hemos tenido la frustrante experiencia de interactuar con un representante de una empresa con sede en otro país que estaba mal preparado para manejar nuestros problemas. Las empresas lo subcontratan todo, desde call centers, servicios de transporte y hasta la fabricación de sus propios productos.

Pero a veces esos ahorros de costes tienen efectos adversos que afectan a industrias enteras y a economías regionales.

Mayor vulnerabilidad

El outsourcing offshore resulta muy popular entre las empresas, pero éstas deben tener cuidado. El entorno regulatorio en muchos de los países a los que las empresas de países desarrollados subcontratan es débil. Como resultado, puede ocurrir robo de propiedad intelectual, infracción de marcas comerciales y violaciones de derechos de autor y dejar a la empresa extranjera desamparada.

 

Cambiar el statu quo

El outsourcing ya no es la panacea para las grandes marcas, que necesitan evaluar profundamente los recursos disponibles en el país antes de optar por externalizarse. Argumentar que “el resto de la industria hace uso de la externalización, por lo que debemos hacerlo también” no es una razón suficiente para pasar por alto los riesgos.

UpWork se especializa en trabajo basado en el crowdsourcing, así que no es ninguna sorpresa que la compañía fuera construida usando un equipo compuesto en gran parte por contratistas. La compañía es el producto de una fusión entre las dos plataformas freelance más grandes, ODesk y Elance.

 

Tu producto es tu marca

La calidad pobre o inconsistente conducirá a la desconfianza por parte del consumidor y a una mala imagen que puede ser difícil de restaurar. Más específicamente, con las empresas directas al consumidor, las repercusiones de un producto pobre pueden ser desastrosas.

Las opiniones negativas tienen un gran impacto en las compañías. Según la Dimensional Research, el 95 por ciento de las personas que tuvieron una mala experiencia con una empresa de tamaño medio manifestaron que transmitieron su opinión acerca de ello, en comparación con el 87 por ciento que compartieron una buena experiencia.

 

Potencial de violación de los derechos humanos

Las desventajas del  outsourcing no se limitan internamente, sino que también afectan al país. Las condiciones de trabajo en países como Camboya se caracterizan por el lema «trabajar rápido o marcharte». Tanto la industria de la confección como la industria de la joyería son origen frecuente de talleres clandestinos  y violaciones de derechos humanos.

La fabricación y producción onshore garantiza que los trabajadores tienen límites en su jornada de trabajo, se les paga un salario mínimo, y no están sujetos a los gobiernos offshore que debilitan sus legislaciones bajo el disfraz de aumentar la «competitividad global».

Así las cosas no cabe duda de que el outsourcing ofrece tantos inconvenientes como beneficios y será labor del empresario el determinar si la relación riesgo-beneficio le favorece.