Entrevista a Javier Zubiaurre, COO/Director de Operaciones de Euroutil y COO & Customer Success Manager de Borneo Analytics 

¿Cómo visualiza el futuro de las plantas industriales con todas las tecnologías de la industria 4.0 que ya hay a nuestro alcance? Nos referimos al impacto de la Inteligencia Artificial, el IoT, la Ciberseguridad, la Analítica de Datos o el Digital Twin, por nombrar solo algunos, en los procesos de producción

El futuro de las plantas industriales pasará porque estas sean más agiles y flexibles para poder reaccionar de forma adecuada a las nuevas exigencias de mercado. Serán necesarias nuevas estrategias ante nuevas realidades y cambios de escenario repentinos. Los acontecimientos recientes -la pandemia y su impacto en el tejido productivo- han acentuado, más si cabe, el entorno VUCA con el que se describe el marco actual (volatility, uncertainty, complexity, ambiguity):

  • Volatilidad por el hecho de estar sujetos a cambios frecuentes, rápidos y significativos, aunque fáciles de entender.
  • Incertidumbre por el carácter impredecible de los acontecimientos y la necesidad de contar con la aparición de un factor sorpresa.
  • Complejidad por la multitud de factores que pueden verse interconectados. Se dispone de una gran cantidad de información que las empresas necesitan procesar.
  • Ambigüedad a causa de la dificultad que puede presentar una situación novedosa a la hora de ser entendida. No disponemos de precedentes por lo que nuestra capacidad de comprensión es limitada o nula.

Hasta ahora, podíamos decir que había una serie de sectores en los que el entorno VUCA estaba más presente, sin embargo, tras la llegada del COVID-19 los hábitos de los consumidores están cambiando drásticamente, impactando a todo el tejido empresarial y a todo tipo de sectores.

Entre los aportes de valor que nos ofrecen las tecnologías llamadas industria 4.0 se encuentran los que resuelven la dualidad entre comprensión y adaptabilidad. Apoyándonos en sistemas tales como el IoT (internet de las cosas), las plantas industriales tendrán la capacidad de conectar, almacenar y procesar con una arquitectura siempre activa para poder analizar y comprender. Al combinarlas con la IA (inteligencia artificial), además, se les otorgará la capacidad de actuar automáticamente tomando las acciones apropiadas basadas en esos mismos datos, cerrando así el circulo de adaptación al medio que les rodea. Las compañías industriales deben comprender la importancia de estos términos para su propia subsistencia.

Se dice que la digitalización y una mayor automatización ayudará a una mejora de la productividad en cualquier industria. ¿Qué herramientas se utilizarán para conseguirlo?

A medida que las empresas industriales muestran interés en los principios de transformación digital, se acelera la necesidad de implementar soluciones que faciliten la automatización de los procesos, productos y activos. Esto es, buscando mejorar la eficiencia de estos, además de conseguir mejorar el valor para el cliente, gestionar el riesgo y descubrir oportunidades de nuevos canales de ingresos.

Desde Borneo Analytics entendemos que el futuro de la automatización industrial radica en la convergencia de la IA con la IoT. La “inteligencia artificial de las cosas” deberá estar muy presente en la practica de toda planta industrial, sea cual sea su sector: automoción, aviación, finanzas, salud, fabricación, logística y cadena de suministro. En este sentido, apuntaría algunas recomendaciones básicas para este ámbito:

  • Es necesaria/recomendable una estructura sobre computación nube escalable que permita una democratización de la información a todos los niveles de la organización. Es importante ofrecer flujos de mejora top-down y bottom-up.
  • Se debe huir de soluciones de escritorio tradicionales que condicionan una solución digital -software- a un elemento físico -hardware-.
  • La organización no debe ser “esclavo” del dato. Es clave correlacionar las actividades para permitir el matching data evitando ahogar a los usuarios.
  • Convertir la plataforma digital de análisis de datos en el motor principal del core bussines, ya que es la que dispone de toda la información necesaria para una gestión más eficientes de los procesos y recursos industriales.

Hoy, estamos viendo un gran crecimiento tanto en IA como con IoT. Estas tecnologías juntas se combinan para permitir el siguiente nivel de automatización y productividad, además de impulsar la cultura de trabajo basada en los datos y en el control e integridad de todo proceso.

¿En qué punto se encuentra la industria española en cuanto a implementación de la robotización y la automatización en las fábricas?

En el contexto nacional, la robótica industrial y la automatización son partes fundamentales de la 4ª revolución industrial. Se prevé que en los próximos años, las inversiones en robótica industrial en España aumenten en torno a un 10% de media cada año. De hecho, prácticamente la mitad de las empresas en España ya están adoptando actualmente procesos de implementación de automatización.

España es, tras Alemania Italia y Francia, el cuarto país de Europa líder en robótica, y mantiene una creciente y sólida tendencia de automatización industrial. Actualmente, la robotización y automatización de sistemas y empresas está en pleno auge, aún más a raíz de la crisis sanitaria y la importancia del distanciamiento social. Se persigue agilizar los procesos productivos y automatizar múltiples tareas, lo que permitirá ser más eficientes en la práctica empresarial.

Si echamos un vistazo por sectores, vemos que las ventas de robots en el mercado español dependen en gran medida de la industria automovilística. Este sector instaló el 50% del total de unidades en 2019, convirtiendo España en el segundo mayor fabricante de vehículos europeo solo por detrás de Alemania. Según la Federación Internacional de Robótica -IFR-, la crisis sanitaria y económica mundial actual influirá en las ventas de robots industriales en 2021 y se espera una contracción importante a corto plazo. En cambio, a medio plazo, esta crisis mundial será un impulso a la digitalización que creará oportunidades de crecimiento para la industria de la automatización en todo el mundo.

¿Quiénes serían para usted los referentes en innovación en la producción industrial actualmente? ¿Porqué?

Sin lugar a duda los grandes players que se encuentran presentes en los diferentes sectores. Disponen a su alcance de un gran musculo financiero para apostar en sus equipos de innovación, que junto con políticas de crecimiento orgánico absorben toda iniciativa emergente en el mercado. A diferencia de experiencias pasadas, estas grandes compañías entienden que sin una política activa de innovación no existe garantía de futuro. Y son muy conscientes de que deben asumir el riesgo.

Sin embargo, si evaluamos la capacidad innovadora de las Pymes industriales desde su máxima expresión directiva -la estrategia-, podemos observar que estas en general no poseen una organización orientada a la innovación. Esto viene originado por algunas limitaciones de recursos, pero principalmente por complejos derivados del mismo. Prácticamente todos sus recursos están focalizados hacia la excelencia empresarial, calidad de producto y/o servicio (explotación), en lugar de hacia la innovación (exploración de nuevas oportunidades o modelos de negocios).

En el caso de las Pymes se requiere del compromiso del “top management”, los CEO, para que estas dispongan de los elementos necesarios que permitan establecer y consolidar sistemas de innovación de manera sostenible. En estructuras tan reducidas, el proceso debe comenzar “top down” por lo que resulta fundamental su apoyo. Así, bajo su liderazgo, se debe establecer un mínimo sistema viable de innovación en la organización (MVIS), como primer paso hacia la transformación hacia la transformación de estas compañías en organizaciones con una cultura digital e innovadora fuerte, posicionándolas en el mercado como empresas industriales con aporte de valor diferencial.

La pequeña empresa debería tener en cuenta que, además del valor de generar posibles nuevos modelos de negocio, al incorporar un sistema mínimo de innovación, sumaremos y fortaleceremos a esta iniciativa valores fundamentales tales como: Visión sobre INVERSION y DESARROLLO + nuevo CONOCIMIENTO + mayor CREATIVIDAD

¿Cuáles son los mayores retos todavía pendientes de las pymes industriales? ¿Por dónde les recomendaría empezar?

El gran reto al que se enfrentan las pymes industriales es, sin duda, la transformación digital. Existe tecnología accesible con la que algunas empresas ya no dudan de la necesidad de emprender este proceso y de las ventajas que supone para su productividad y economía. Pero a pesar de la relevancia que está tomando, muchas de las pymes no están adoptando estas herramientas, siendo la barrera principal el desconocimiento. Si bien las grandes empresas tienen muy claro qué es la Industria 4.0 y ya han empezado a aplicarla, las pymes aún no saben muy bien cómo acceder a esta transformación; el paso de poner el proyecto de digitalización en marcha no parece estar tan claro.

Para afrontar este hecho, es esencial elaborar un plan realista, proporcional a las capacidades de la compañía, que sea concreto y sobre todo asequible, de forma que facilite la consecución del mayor beneficio posible a nivel de prestaciones, que se traduzca a su vez en un impacto positivo a corto plazo en la cuenta de resultados. Por ello, desde Borneo Analytics creemos fundamental que la vocación de captura de datos (MES) que se está popularizando en nuestro entorno debe derivar hacia un desarrollo de un centro de control de todo el proceso productivo. Convertir la plataforma digital en la herramienta de gestión de la compañía (MOM) aportando integridad y valor añadido en todo el ciclo.

En definitiva, los dos ingredientes imprescindibles para que una PYME lleve a cabo esta transformación digital de manera efectiva son: el compromiso por parte de la dirección de la empresa (un líder interno) junto con la correcta elección de un partner tecnológico que materialice esa ambición de forma plena y con seguridad (un líder externo). Solo la concurrencia de estos dos factores llevará el proceso de transformación a buen puerto.