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La cuarta revolución industrial ha traído consigo una alta conectividad en todos los procesos que hace necesaria la implantación de puntos clave para la ciberseguridad de la industria. Es por este motivo, que la relevancia de las TIC o Tecnologías de la Información y la Comunicación se ha hecho mucho mayor. Estas son algunas pautas para una óptima ciberseguridad en la industria 4.0.
Las ventajas de las nuevas tecnologías aplicadas a la industria son por todos conocidas. La comunicación en los sistemas de control y producción permite la reducción de gastos en tiempo, esfuerzo y dinero. La maquinaría es capaz de almacenar información para usarla como prevención de posibles fallos técnicos, el Internet de las Cosas nos facilita el trabajo, el Internet de los Servicios ayuda a la gestión, etc.
Sin embargo, todos estos avances también traen consigo sus propios riesgos. La mayor exposición y visibilidad de todos estos procesos los hace más vulnerables de cara a su posible corrupción. En este sentido, es hacia donde debe trabajar la ciberseguridad de la industria: la reducción de los ataques cibernéticos.
La ciberseguridad en la industria 4.0 tiene un papel fundamental que implica la protección de las instalaciones, la maquinaria, los procesos, así como la confidencialidad de los datos producidos por cada empresa.
Para disminuir los riesgos producidos por la excesiva exposición de las comunicaciones se recomienda tomar las siguientes medidas:
El entorno de la nueva industria 4.0 incluye tanto smart places, smart products como smart services. Esto implica la necesidad de estudiar bien cuáles son los puntos más vulnerables de cada una de estas acciones para prevenir su corrupción.
Para proteger a las industrias es necesario el desarrollo de planes de ciberseguridad basados en la simulación de posibles ataques cibernéticos.
Un nuevo enfoque que consiste en tener en cuenta la seguridad en el diseño tanto de maquinaría, nuevos productos, como de sistemas de procesos, etc. desde el mismo momento de su diseño. Se trata de la personalización máxima de los entornos industriales para la reducción de riesgos.
La gestión y almacenamiento de altas cantidades de información estructuradas es lo que se conoce como Big Data. Todos estos datos permitirán a las empresas disponer de muchos más recursos para la identificación de anomalías y prevención de malware. Se concluye, por tanto, que el Big Data y la ciberseguridad de la industria van de la mano.
La industria debe preparar a sus empleados para el correcto manejo de las nuevas tecnologías. Esto significa además que deberán conocer cómo no poner en riesgo la información que están gestionando. Para ello, será necesario la implantación de programas específicos para la ciberseguridad en la empresa.