El día 5 de junio de 2020 se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente con el objetivo de aumentar la conciencia medioambiental y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente. Es responsabilidad de todos cuidar de nuestro planeta, y también del sector industrial, que debe volcarse en la transformación hacia una industria más sostenible.

La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) lanzan un mensaje claro para la industria: construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible y fomentar la innovación. Según el objetivo 9 de las Naciones Unidas, “de aquí a 2030 debemos modernizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, utilizando los recursos con mayor eficacia y promoviendo la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios y ambientalmente racionales, y logrando que todos los países tomen medidas de acuerdo con sus capacidades respectivas”.

La Fundación Ellen MacArthur calcula que la economía circular ahorraría unos 1.000 millones de dólares en todo el mundo en materiales. La sostenibilidad es hoy todavía uno de los mayores retos de la industria, pero cada vez las empresas están más concienciadas de la importancia de este cambio. Según el XI Barómetro Círculo Logístico 2020, el 78,4% de la industria española trabaja ya para implementar los ODS.

¿Pero qué implica integrar la sostenibilidad en las fábricas? Apostar por la eficiencia energética, las energías renovables, el reciclaje, la optimización de recursos, el uso de materiales sostenibles, el ecodiseño, la producción local, la reducción de las emisiones o el tratamiento del agua. Y todo ello sin comprometer la rentabilidad industrial.

El cambio climático es una realidad: aumento de la temperatura media mundial, calentamiento de los océanos, continuas emisiones de gases de efecto invernadero… Y es responsabilidad de todos luchar contra esta situación. Por ello, las empresas pueden adoptar las siguientes medidas para impulsar la sostenibilidad de sus plantas industriales:

  • Mejora de la eficiencia energética.
  • Reducción de la huella de carbono de los productos, servicios y procesos.
  • Establecer metas para reducir las emisiones de dióxido de carbono.
  • Invertir en productos innovadores e inclusivos, climáticamente inteligentes y de bajas emisiones.

Una apuesta e inversión en sostenibilidad por parte de la industria para que, en un futuro, el Día Mundial del Medio Ambiente no se celebre con el objetivo de aumentar la consciencia medioambiental sino porque hemos conseguido un planeta mejor.