La llegada de las nuevas tecnologías y la transformación digital a la empresa y a la industria no se limita a la adopción de maquinaria y sistemas inteligentes. Los cambios que conllevan están pensados también en mejorar otros aspectos de la empresa, y de ayudar a sus empleados a que sean capaces de hacer mejor su trabajo. Para ello podrán utilizar nuevos sistemas y herramientas que tendrán a su disposición. Por ejemplo, un sistema ERP (Enterprise Resource Planning).

Un sistema de Enterprise Resource Planning, o de Planificación de recursos de la empresa, es una herramienta software pensada para tener controlado todo lo relacionado con la gestión de una empresa. Además, se encarga de relacionar entre sí las operaciones de los distintos departamentos de una empresa, de manera que se pueda tener controlado todo lo que sucede en ella desde la pantalla de un ordenador o un dispositivo con conexión a Internet.

Enterprise Resource Planning, su evolución

El concepto de Enterprise Resource Planning no es nuevo. Este tipo de sistemas llevan utilizándose desde hace bastantes años. Pero la evolución de la tecnología existente, y la llegada de otras, como la nube, los han dotado de nuevo potencial y funciones.

Así, ahora, un ERP que cuente con funciones en la nube permite no sólo planificar los recursos de una empresa y estar al día de lo que sucede en ella desde el seno de la empresa. También permite hacerlo desde cualquier equipo o punto con acceso a Internet del mundo.

Muchos de estos sistemas han cambiado y han dejado de ser el típico paquete de software que se instalaba en un ordenador, para pasar a adoptar el modelo SaaS, es decir, de Software as a Service (Software como servicio). En vez de instalarse en un equipo, los Enterprise Resource Planning más actuales están en la nube, y se accede a ellos desde cualquier punto. Eso sí, sólo estarán accesibles para los empleados y directivos de la empresa que lo precisen. Ni el público en general ni los clientes tendrán acceso a él.

Cómo te ayudan a gestionar la empresa

Con un sistema ERP, ya funcione bajo un modelo tradicional o como SaaS, se pueden gestionar de manera centralizada prácticamente todos los departamentos de una empresa. Por ejemplo, los de producción, logística, distribución o contabilidad. Además, permite realizar, sin necesidad de utilizar otras herramientas, diversas funciones básicas para la gestión empresarial: inventarios, preparación y control de envíos o facturación.

Por otra parte, con un sistema de Enterprise Resource Planning también se puede intervenir en la toma de decisiones de no pocas áreas y departamentos. Tomando como base la información almacenada en él sobre la empresa, su producción y el stock de sus productos, con un ERP se puede mejorar el control de la actividad de la empresa.

Por ejemplo, sus ventas, los pagos a proveedores, la producción de productos, las entregas, la recepción de mercancías, las compras a proveedores. Incluso puede utilizarse para optimizar los recursos humanos, puesto que los datos que recopilen serán un indicador muy claro de, por ejemplo, situaciones en las que haga falta contratar más personal. En definitiva, es una herramienta de gran ayuda para optimizar y controlar la gestión de la empresa.