La industria 4.0 implica una serie de transformaciones a largo plazo muy criticadas por muchos sectores. Lo cierto es que no estamos ante un capricho o una moda pasajera en lo que se refiere a nuevos modelos de negocio. Se trata de una necesidad creciente en la que la mentalidad del empresario tiene mucho que ver. Pequeñas, medianas y grandes empresas están llamadas al cambio para asegurar su supervivencia.

La industria 4.0 no es solamente un gasto

El principal miedo de muchos empresarios radica en prestar atención solamente en los costes que supone adaptar sus compañías a los nuevos cambios tecnológicos. Y es cierto. La introducción de medidas digitales e innovadoras supone la inversión de un determinado capital, pero no de un gasto. ¿Por qué? Porque cuando invertimos en un nuevo proyecto estamos mirando al futuro con la esperanza de recuperar dicho dinero e incluso multiplicarlo.

Esta es una de las principales ideas que todo empresario ha de meter en su cabeza. La industria 4.0 permitirá a las empresas hacerse mucho más competitivas, a trabajar de manera más rápida y efectiva, a reducir y prever errores, etc. Esto supone un ahorro de tiempo y dinero muy a tener en cuenta de cara a la inversión final.

La desconfianza es el principal obstáculo para esas compañías que aún siguen viendo su actividad estancada y sin poder ser adaptada hacia las nuevas exigencias de la industria 4.0.

Un salto tecnológico que abrirá nuevas puertas al futuro

En cada revolución industrial siempre hubo escépticos que prefirieron quedarse sentados observando cómo los demás sí conseguían el cambio necesario para seguir adelante. Lo mismo sucede con la conocida ya como cuarta revolución industrial. La digitalización y los nuevos sistemas de información traerán consigo:

  • Empresas más fuertes y competitivas.
  • Procesos más eficientes y productivos.
  • Nuevos modelos de negocio.
  • La aparición de nichos de mercado más personalizados.
  • Una gestión de la información más eficaz y en pro de los intereses de las empresas.
  • Ahorro de tiempo, costes y averías técnicas innecesarias.
  • Mejor organización y aprovechamiento del personal de trabajo.

Cómo cambiar la mentalidad para no perder tu negocio

Los empresarios tienen que entender que este proceso no es algo pasajero que tenga marcha atrás. Se ha iniciado hace unos años y seguirá su transcurso. Las empresas que quieran asegurar su supervivencia en el mercado deberán subirse al carro de la industria 4.0.

Lo que todo empresario ha de hacer es no volverse loco intentando realizar todos estos cambios de golpe. Todo consiste en analizar la situación actual de la compañía y ver cuáles son las áreas o sectores más susceptibles para dicha transformación. Una vez iniciado el proceso, poco a poco,  una necesidad traerá otra consigo y el ciclo se habrá iniciado.

La hiperconectividad dentro de las industrias es necesaria en su futuro. Por esta razón, cada empresa deberá analizar el grado de innovación que necesita para evitar que sea absorbida por el inminente progreso tecnológico.