Las smart factories, o fábricas inteligentes, se han multiplicado como consecuencia de la transformación digital de la industria. Algunos se refieren a ellas como las fábricas del futuro, pero están más en el presente de lo que muchos creen. Pero ¿que son las smart factories? ¿A qué hace referencia este concepto?

Las smart factories son fábricas dotadas de un alto nivel tecnológico. Particularmente, de todos los avances posibles y útiles para su producción que ponen al alcance de la industria las tecnologías que han llegado con la transformación digital. No solo eso, sino que lo que se busca con su implantación es que las fábricas puedan adaptarse y evolucionar continuamente, y en muy poco tiempo, a los cambios que experimenten las distintas tareas y procesos. Pero estas no son los únicos puntos destacados de estas fábricas inteligentes.

Smart factories: principales características

Además de ser capaces de adaptarse casi al momento a cualquier cambio en los procesos, las smart factories son fábricas que se caracterizan por un mayor nivel de sostenibilidad. Asimismo, presentan un elevado nivel de autonomía y flexibilidad. Además, aunque los robots ya hayan hecho acto de presencia en las fábricas, para que estas se conviertan en inteligentes, la robotización debe ir más allá. Por ejemplo, con la llegada de los robots autónomos.

El Big Data también jugará un papel muy importante en su transformación. La información procedente de los datos que recojan los sensores instalados en las máquinas, así como otra información que provenga de clientes o consumidores es vital. Gracias al análisis de todo esto, en las fábricas inteligentes se podrán tomar todo tipo de decisiones. Por ejemplo, el ajuste de la producción para evitar stock de producto. También un cambio en los productos que se fabrican, para adaptarse a los gustos de los consumidores. En definitiva, permitirá avanzar hacia la fabricación casi a medida.

¿Cuándo llegarán a toda la industria?

Las smart factories todavía no han alcanzado todo su potencial. Aunque en muchas fábricas la robótica, los sensores, el Big Data y la nube ya han hecho acto de aparición, todavía queda un largo trecho hasta que sus instalaciones puedan considerarse inteligentes de verdad.

Por ahora, las fábricas inteligentes que están poniéndose en marcha lo están haciendo en zonas de gran desarrollo económico y tecnológico. También en las de grandes compañías multinacionales. Pero todo apunta a que a medio plazo, los avances que las hacen posible llegarán a muchas más fábricas. Incluso a las de las empresas más pequeñas. Esto, sin duda, marcará una nueva etapa en las empresas. Eso sí, en este momento la industria está en pleno periodo de transformación hacia las smart factories.

Se trata de una etapa de duración variable, pero que sin duda será bastante larga. Mientras que las grandes industrias y compañías ya han implantado ampliamente las nuevas tecnologías para conseguir que sus fábricas sean inteligentes, en otras más pequeñas todavía no han escuchado siquiera hablar de los robots en las cadenas de montaje. Todo es cuestión, básicamente, de costes, por lo que la conversión de fábricas en smart factories acelerará, sin duda, cuando la barrera económica de entrada para adoptar las tecnologías que las hacen posibles sea menor.