Dentro de la revolución industrial que estamos viviendo se hacen muy necesarios unos habilitadores que permitan la hibridación del mundo digital y el mundo físico. Dado que en España aún nos queda mucho camino por andar en cuanto a la Industria Conectada 4.0 es fundamental dar a conocer la importante labor de los habilitadores digitales.

Cómo se produce una revolución industrial

Los cambios drásticos suponen que se produzca una revolución. En este caso, ha sido la industria la que se ha visto sumergida por una serie de avances tecnológicos que han forzado una transformación inminente para poder seguir desarrollando un funcionamiento óptimo.

Esto es lo que se conoce como la cuarta revolución industrial. Para que el proceso se complete se necesitan una serie de elementos conectores que ayuden a que se complete el proceso. En este caso, hablamos de los habilitadores digitales. Las herramientas necesarias para fusionar el mundo digital con el analógico.

Cómo funciona un habilitador digital

Los habilitadores digitales son parte de una tecnología que es capaz de recoger la información del mundo físico mediante sensores o tejidos inteligentes y viceversa. Es decir, también tienen la capacidad de convertir la información digital en un elemento físico, este es el caso de las impresoras 3D.

El resultado obtenido de esta hibridación en la información es procesado por otro tipo de habilitadores encargados de procesar y gestionar estos datos con seguridad. Esta es una función llevada a cabo por lo que se conoce como el Cloud Computing, el Big Data y las herramientas de ciberseguridad.

Los habilitadores digitales más relevantes

Dentro de la era de la Industria 4.0 se pueden destacar diferentes tipos de habilitadores digitales:

  1. Internet de las cosas: esta tecnología permite recoger información de los objetos y gestionarla a través de Internet. Las fábricas inteligentes gestionan estos datos en la nube donde podrán recurrir a ellos siempre que lo necesiten.
  2. Fabricación aditiva e impresión 3D: esta nueva forma de producción a través de modelos 3D permite una mayor personalización en el diseño, mayor rapidez de fabricación y reducción de costes en materiales y tiempo.
  3. Realidad virtual y realidad aumentada: estas nuevas tecnologías favorecen la formación de las plantillas de trabajadores, mejoran los trabajos de mantenimiento, así como el control de la fabricación.
  4. Automatización y robótica inteligente: la convivencia entre máquinas y personas cada vez está más presente dentro de la industria 4.0. Se trata de robots inteligentes capaces de trabajar junto a los operarios sin riesgo alguno y aportando mayor calidad al trabajo y a sus resultados.

Aunque cada vez somos más conscientes de que el mundo se está transformando, aún queda mucho camino por recorrer en nuestro país en cuanto a adaptación tecnológica y digital se refiere.

Y es que la industria del futuro necesita de personal cualificado, así como de herramientas tecnológicas innovadoras que permitan a nuestras fábricas competir a nivel internacional para asegurar la economía española. Esto solo se consigue confiando en que la innovación nos asegurará un porvenir mejor.